
News | 29 Septiembre 2025
Hidrógeno verde, vector de la transición energética
El hidrógeno verde emerge como un vector energético fundamental para sustituir parcialmente a los combustibles fósiles en aquellos sectores donde la electrificación no es una alternativa viable, como la industria pesada, el transporte marítimo o la aviación. De esta forma, contribuye a la descarbonización de la economía global al no generar emisiones de CO₂ durante su producción ni su uso.
El hidrógeno es el elemento químico más ligero y, a la vez, el más abundante del universo. Como no se encuentra en estado puro sino combinado con otros elementos, para aprovecharlo como fuente de energía es necesario separarlo mediante procesos industriales. El método utilizado determina en gran medida su impacto ambiental.
El hidrógeno verde se obtiene mediante electrólisis del agua, una técnica que separa las moléculas de hidrógeno y oxígeno utilizando electricidad. En este caso hablamos de hidrógeno electrolítico, aunque también puede producirse hidrógeno verde de origen biológico, a partir de biometano o mediante la gasificación de biomasa. Cuando la electricidad procede de fuentes renovables como la solar o la eólica, el hidrógeno resultante es completamente libre de emisiones contaminantes. Esto lo convierte en la forma más sostenible de hidrógeno y en una alternativa estratégica frente al hidrógeno gris o azul, así como frente a otros combustibles fósiles, especialmente en sectores difíciles de electrificar, como la industria pesada o el transporte de larga distancia.
De este modo, el hidrógeno verde se posiciona como el vector energético más limpio actualmente disponible, capaz de generar calor (por combustión) o electricidad (a través de una pila de combustible) sin generar emisiones nocivas. Se espera también que el hidrógeno verde tenga un rol crucial como componente fundamental en la fabricación de combustibles sintéticos llamados e-fuels, como el e-metanol. el e-amoniaco o los e-SAFs.
¿Qué beneficios ofrece el hidrógeno verde?
El uso del hidrógeno verde presenta múltiples ventajas tanto ambientales como económicas y estratégicas:
- 100% sostenible: No genera emisiones contaminantes durante su producción ni en su utilización, contribuyendo de forma directa a la descarbonización.
- Independencia energética: Puede producirse en cualquier lugar del mundo con la infraestructura adecuada, fortaleciendo la seguridad energética de países y empresas.
- Capacidad de almacenamiento: Más allá de ser una fuente prácticamente inagotable, permite almacenamiento a gran escala para convertirlo en energía cuando la demanda lo requiera y así dar soporte a la red eléctrica.
- Versatilidad: Puede transformarse en electricidad o en combustibles sintéticos, ampliando sus aplicaciones a diversos sectores industriales y comerciales.
Aplicaciones del hidrógeno verde
Gracias a su combinación de versatilidad, sostenibilidad y capacidad de almacenamiento, el hidrógeno verde desempeña un papel central en la transición energética, actuando como vector energético y materia prima en sectores donde la electrificación directa es limitada:
- Industria pesada: Ámbitos como la siderurgia, la producción de cemento, fertilizantes o productos químicos pueden reducir de forma significativa su huella de carbono sustituyendo el hidrógeno gris por hidrógeno verde.
- Transporte: El hidrógeno se perfila como una alternativa viable para el transporte de larga distancia, como barcos o aviones, donde las baterías presentan limitaciones técnicas como sustitutas de los combustibles fósiles. Su uso mediante pilas de combustible o combustibles sintéticos (e-fuels) abre la puerta a una movilidad más limpia y sostenible.
- Electricidad y calefacción residencial: Integrado en redes de gas renovable o en pilas de combustible domésticas, puede suministrar electricidad y calor a hogares y edificios, promoviendo comunidades energéticamente autosuficientes y bajas en emisiones.
BBVA CIB, comprometido con la descarbonización
Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), la producción de hidrógeno verde mediante electrólisis podría evitar hasta 830 millones de toneladas de CO₂ al año que, de otro modo, se generarían con hidrógeno de origen fósil. Este potencial de reducción aumentará conforme se invierta en expandir las capacidades de electrólisis a nivel global.
En este contexto, BBVA Corporate & Investment Banking está comprometido con la descarbonización de sus clientes a través de diferentes soluciones cleantech, asesorando y financiando proyectos de hidrógeno renovable, complejos pero esenciales para la descarbonización.
La especialización, experiencia técnica en sostenibilidad y compromiso con la reducción de emisiones de efecto invernadero, posicionan a BBVA CIB como un actor clave en la descarbonización de la economía global y un aliado estratégico para empresas e instituciones.