News | 28 Mayo 2025

Pagos digitales en Europa: interoperabilidad frente a uniformidad

Antonio Macías Vecino, Principal Manager of Merchants Solutions - Payments Spain

Europa sigue sin resolver una cuestión clave para su autonomía financiera: quién controla los pagos digitales. Tras décadas de intentos fallidos —desde Monet hasta el más reciente European Payments Initiative (EPI)— el viejo continente aún no ha logrado una solución paneuropea robusta. La iniciativa EPI, que aspiraba a ser esa respuesta, ha perdido impulso y se ha limitado solo a Francia y Alemania bajo el nombre de Wero.






Ante los retos que supone consolidar un sistema paneuropeo, el Banco Central Europeo (BCE) impulsa el Euro Digital, un proyecto en fase de preparación que podría entrar en construcción a finales de 2025, pendiente de la aprobación del Parlamento Europeo. No obstante, este proyecto enfrenta desafíos significativos relacionados con costes, sostenibilidad del modelo de negocio, privacidad y gestión pública de un esquema de pagos. Mientras tanto, los sistemas de transferencias instantáneas han ganado terreno en los pagos diarios, con ejemplos como Bizum en España, que se consolida como una solución eficiente y popular, y una tendencia que se replica o está por desarrollarse en otros países.


En España, Bizum ha transformado la forma en que millones de personas realizan pagos cotidianos, ofreciendo transacciones inmediatas, seguras y sin intermediarios externos. De manera similar, MBWay en Portugal o Wero en Alemania y Francia han demostrado que las soluciones nacionales pueden lograr alta aceptación y eficiencia en sus mercados.


Estos sistemas nacionales presentan ventajas claras frente a una solución paneuropea como el Euro Digital. Su integración en la operativa bancaria permite una implementación rápida y su flexibilidad facilita la adaptación a las particularidades regulatorias, culturales y tecnológicas de cada país.


La clave para que estas soluciones nacionales se conviertan en una alternativa europea viable es la interoperabilidad. El Proyecto Europa, promovido por actores como Bizum, MBWay y Bancomat, busca precisamente establecer un marco de interconexión entre estos sistemas. Esto permitiría, por ejemplo, que un usuario español realice pagos instantáneos en cualquier país europeo con la misma facilidad y seguridad que en España.




La interoperabilidad no solo garantizaría autonomía y soberanía en los pagos, reduciendo la dependencia de multinacionales extranjeras, sino que también preservaría la diversidad de las soluciones locales. Cada sistema podría evolucionar según las necesidades de su país, fomentando la innovación y la competitividad.



En conclusión, antes de apostar exclusivamente por una solución única como el Euro Digital, Europa debería priorizar la interconexión de las soluciones nacionales ya existentes. Esta estrategia ofrecería rapidez, flexibilidad y una verdadera soberanía tecnológica y financiera en los pagos digitales. Además, las soluciones locales cuentan con millones de usuarios que las han adoptado, lo que plantea un desafío para la aceptación de una nueva alternativa como el Euro Digital. Los sistemas nacionales, ampliamente aceptados y eficientes, se consolidan como una respuesta sólida a las necesidades de los ciudadanos y una alternativa competitiva frente a las soluciones de pago extranjeras.