31 Mayo 2023

5 claves para construir la banca de inversión del futuro

Por Jose Ramón Vizmanos, responable de Global Client Coverage

La banca de inversión se está preparando para una revolución mediante la incorporación de nuevas tecnologías como la IA, acontecimientos macro que perfilan el horizonte económico a medio plazo y la relevancia de la lucha contra el cambio climático. A pesar de la incertidumbre, en BBVA CIB estamos convencidos de que el futuro es prometedor. En esta ocasión, José Ramón Vizmanos, miembro del Comité de Dirección y responsable de Global Client Coverage de CIB, analiza cuáles serán las grandes líneas de trabajo del sector para los próximos años.


Las economías mundiales, en los últimos años, han tenido que hacer frente a un escenario basado en el desconocimiento y la incertidumbre. En primer lugar, el mundo se vio impactado por  la crisis provocada por la pandemia de COVID-19, un periodo en el cual los ingresos y beneficios de las empresas se vieron afectados considerablemente debido al cambio de hábitos de consumo y el parón general experimentado. En segundo lugar, la situación geopolítica entre Rusia y Ucrania desembocó en una mayor volatilidad en los mercados a causa del incremento de la inflación, la crisis energética y los problemas de suministro mundiales que ya existían anteriormente.

En el sector de la banca de inversión la tendencia general del mercado sigue la tónica imperante desde el último trimestre de 2022, navegando por crisis como la del Silicon Valley Bank (SVB) y Credit Suisse en los últimos meses. En este sentido, y ante un escenario global incierto, ¿cuáles son los principales retos de la banca de inversión en España y a nivel global? ¿Qué elementos darán forma a la banca de inversión de los próximos años? 

 
  • Especialización sectorial. Las necesidades de los clientes están cambiando y exigen especializarse en temas sectoriales clave que permitan anticipar escenarios, con el objetivo de mejorar el acercamiento a cada problemática y aportar las mejores soluciones para los clientes en sus respectivos sectores y mercados.
  • Transformación digital. La pandemia ha sido un claro acelerador de tendencias que estaban ya instaladas en el sector, como la digitalización. El reto al que se enfrenta ahora la industria pasa por adaptar el uso  de la tecnología, con innovadores servicios como la inteligencia artificial, a los procesos de la banca de inversión, donde será esencial un nivel de entendimiento más profundo en conceptos tecnológicos, así como la incorporación de talento formado específicamente en este ámbito. El diseño de un plan de formación digital que refuerce la idea de que las herramientas digitales y la innovación aplicada a procesos de trabajo pueden mejorar las capacidades de los banqueros y su eficiencia será uno de los motores que impulsen un mejor asesoramiento.
  • Foco en el cliente. Las necesidades de los clientes y negocios están en constante cambio. La industria, por un lado, tendrá que aprender a convivir con la creciente digitalización y las experiencias propias de cada cliente. En paralelo, tendrá que focalizarse en ofrecer servicios personalizados a medida, independientemente del tipo de industria o geografía a la que pertenezcan. La actividad cross-border será cada vez más relevante.
  • Sostenibilidad. La integración de criterios ASG (Ambientales, Sociales y de Gobierno corporativo) junto con los criterios tradicionales, son elementos claves para construir la banca de inversión del mañana. Los bancos tendrán que trabajar de una manera más firme para ofrecer a los clientes productos que contribuyan a prevenir y mitigar el cambio climático y a impulsar la transición hacia una economía neutra en carbono. Para BBVA, que además cuenta con una importante presencia en países emergentes, la biodiversidad y el capital natural son cada vez más importantes en la relación con las empresas. El enfoque del banco es apoyar firmemente a los clientes y a aquellas empresas que deseen avanzar en su transición hacia la descarbonización y acompañarles en el camino hacia un futuro más verde e inclusivo. Un buen ejemplo de ello fue la creación por parte de BBVA CIB de un préstamo sostenible revolucionario que pone foco en la reducción de la huella hídrica, una prioridad clave en las políticas de sostenibilidad de muchas empresas. 
  • El mejor talento: La automatización y la tecnología se han vuelto componentes esenciales de la realidad del sector. A pesar de ello, el factor humano será más relevante que nunca. Humanizar los procesos para estar al lado de los clientes y sus preocupaciones y contar con el mejor talento permitirá al sector entender sus necesidades, interpretarlas de manera correcta y hacer que los servicios que se presentan estén mejor enfocados y sean más eficientes.
 

Sin duda, la banca de inversión del futuro necesita una mirada renovada, pero sin olvidar las lecciones aprendidas. Tener en cuenta estas claves permitirá definir el futuro de un sector muy relevante para empresas y sociedad. El valor diferencial del negocio de BBVA CIB reside en enfrentarse a estos retos priorizando la combinación de la calidad profesional de su equipo y de la cercanía y el conocimiento de los clientes y de las geografías en las que opera, lo que permite a la entidad tener una visión transversal de los clientes y de toda su cadena de valor. Su robusto modelo de excelencia operativa además permite alcanzar un nivel máximo de cumplimiento y control interno: optimizar el capital, buscar mejoras de eficiencia de forma contínua y gestionar proactivamente el talento humano tan fundamental para el negocio.